El Gobierno no logra estabilizarse y los desacuerdos políticos arriban en una economía intrincada con balances en los que solo unos pocos salen ganando.
Luego de una semana agitada para el Gabinete, se mantienen los mismos desafíos económicos: bajar la inflación y reducir la brecha cambiaria. Sin embargo, a partir del anuncio de la unificación de los ministerios de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca bajo el mando de Sergio Massa se abren nuevos interrogantes acerca de los próximos lineamientos de política económica y cuál será el plan de estabilización.
La estrategia de reestructuración de los ministerios va más allá de los problemas macroeconómicos actuales, además se intenta equilibrar la vara en los ejes de producción y agricultura. Según los datos de la primera mitad del año, ¿cuáles son los sectores que ganan y cuáles pierden bajo este contexto?
Las cifras de actividad registran un crecimiento generalizado en los diversos sectores productivos. Luego de un 2020 para el olvido y de un 2021 con recuperación por el efecto rebote, la primera mitad de 2022 se mantiene con una tendencia de crecimiento sostenido pese a las dificultades macroeconómicas y a los obstáculos externos.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), los principales sectores que nuclean la industria manufacturera registraron aumentos interanuales en mayo (11,9%) y acumulan crecimientos en los primeros cinco meses del año (5,7%). Los datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) también registraron incrementos durante los primeros cinco meses de 2022 y, según la última publicación, julio se mantuvo con variaciones positivas (2,6% interanual), aunque con una desaceleración respecto de los meses anteriores.
Las cámaras sectoriales también registraron cifras positivas durante la primera mitad del año. La producción de vehículos creció un 20,9% interanual y acumuló un incremento de 25,9% en el primer semestre, según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), al igual que las exportaciones, que marcaron un aumento de 40% interanual. Sin embargo, el nivel de patentamientos disminuyó un 8,7% interanual según lo informado por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara). La disminución en las ventas de vehículos cero kilómetro no se debe a la falta de producción sino a la caída del consumo.
Por su parte, el sector metalúrgico también cerró el primer semestre con cifras en verde y acumula un incremento de 7,4% traccionado principalmente por el crecimiento de la producción de maquinaria agrícola y de carrocerías y remolques, según la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra).
Por el lado del sector agrícola, la producción de granos cerró la campaña 2021-2022 con un aumento cercano al 3% en relación con la campaña anterior, de acuerdo con las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Mientras que, dentro del análisis de las exportaciones por grandes rubros, en el primer semestre del año se destacó el crecimiento de 29,1% de los productos primarios, principalmente por las mayores ventas de cereales, según el último informe de Intercambio Comercial Argentino del Indec. Sin embargo, estos aumentos están traccionados por los incrementos de los precios internacionales y no por las cantidades exportadas, ya que en junio las exportaciones de productos primarios registraron un aumento de 15,4% en dólares y una caída de 12,3% en cantidades.
Las dos grandes preocupaciones del Gobierno son la inflación y la falta de dólares. Y las últimas medidas tomadas para resolver estos problemas impactaron sobre el sector productivo. Por un lado, el aumento de tasas. Durante el último mes, el Banco Central incrementó la tasa de interés para préstamos al sector privado en 10 puntos porcentuales, lo que implica un aumento del costo de financiamiento para las pymes. A esto se le suma la política de administración de divisas impulsada por la misma institución, que también frena a las pymes que necesitan adquirir insumos importados y no cuentan con el poder de negociación para lograr que sus proveedores del exterior les den mayores plazos de pago.
Por el lado del ingreso de dólares, el Banco Central tomó otras medidas para incentivar la liquidación de divisas. El régimen disponible hasta el 31 de agosto permite a los productores recibir una cobertura de cambio hasta el 70% de las ventas de granos que liquiden y, por el restante 30%, la posibilidad de comprar dólares a tipo de cambio de «dólar ahorro».
El intento por estabilizar la economía hace que algunos sectores ganen y que otros pierdan. O que ganen menos. Para el sector productivo representa un desafío importante evitar un estancamiento en un contexto de crecimiento sostenido y con proyectos de inversión. Mientras el sector agropecuario continúa recibiendo incentivos en la búsqueda de lograr una viabilidad de la situación macroeconómica.
Por Yanina Busquet. Publicado originalmente para BAE Negocios